jueves, 30 de octubre de 2014

Entrevista S.A.R. Manuel Filiberto de Saboya, Príncipe de Venecia.



Manuel Filiberto de Saboya (42 años), nieto del último Rey de Italia, pisó su país por primera vez en diciembre de 2002. Por entonces, el Príncipe de Venecia y de Piamonte tenía 30 años y triunfaba en el mundo de las finanzas y la banca suiza. Pero el «ritorno» a la patria reescribió por completo el cuento del príncipe exiliado. «Estuve fuera durante tanto tiempo, y se dijeron tantas cosas sobre mi familia, que decidí que era hora de acercarme a los italianos. Y qué mejor manera de hacerlo que a través de los medios de comunicación», explica en una conversación telefónica con ABC.

Su incursión en la versión italiana de «Bailando con las estrellas» lo catapultó al «star system» de la RAI. Tras enseñar sus pasos de tango y chachachá a millones de telespectadores, el hijo de Víctor Manuel de Saboya cantó en el Festival de la Canción de San Remo, compitió en «La isla de los famosos» y presentó «Miss Italia». «Era la única manera de que se dieran cuenta de que soy normal», aclara. Hace dos años decidió saltar al otro lado de la cámara y fundó dos productoras de televisión y cine con base en Londres y París.

Su última criatura es Prince Tees, una línea de camisetas 100% «made in Italy» que arrasa en su país. Está muy entusiasmado con esta colección de t-shirts en algodón y cachemir confeccionadas en una fábrica de Padua, en la región del Véneto, antiguo dominio de los Saboya. Su socio es el magnate textil Enzo Fusco, propietario de firmas como Blauer y C.P. Company. «Me visto de manera sencilla: vaqueros y camisas blancas. Pero me faltaba algo en mi armario y decidí fabricarlo», explica. «Siento que he encontrado mi camino, estoy haciendo algo que realmente me gusta».
No siempre fue así. 

Durante sus primeros años en Italia, Manuel Filiberto se sintió discriminado. «La gente me juzgaba antes de conocerme. Nunca entendí por qué tuve que estar en el exilio cuando yo ni siquiera había nacido en 1946», dice. Por eso se entregó a los medios, para «limpiar» el nombre de su familia, manchado por los lazos de su bisabuelo y su abuelo con el fascismo y las leyes raciales del nazismo. «No lo he hecho solo por el pasado, sino también por el futuro, por mis hijas, que viven en Italia», dice.
Incluso se sumergió en la caótica política de su país, presentándose a las elecciones europeas de 2008. «Lo hice con la esperanza de lograr un cambio. Pero la política es algo único y extraño», admite. Aquel fallido sometimiento a las urnas fue una «cura de humildad». «Descubrí que hay otras personas que lo hacen mejor que yo». Por ejemplo, el primer ministro Matteo Renzi, en quien ha depositado su confianza: «Es joven, dinámico, tiene buenas ideas y cuenta con el respaldo del 40 por ciento del electorado. Tenemos que apoyarlo».

Manuel Filiberto no es un príncipe al uso. Jamás tuvo intenciones de exigir sus derechos dinásticos e incluso pidió disculpas por la demanda millonaria que presentó su familia contra el gobierno italiano por «los daños sufridos durante el exilio». «Podía haberme quedado en mi casa, mirando a través de una ventana y pensando en los viejos tiempos de la monarquía. O podía seguir adelante. Elegí lo segundo», dice.

A veces seguir adelante implica romper moldes. Como cuando se casó con la actriz francesa Clotilde Courau, a la que define como una mujer «de izquierdas y progresista». «Muchos me criticaron por no casarme con una princesa, pero mire el ejemplo de su Rey, Felipe VI, que está casado con la mujer que ama. Letizia no es noble, pero es bella e inteligente. Eso me parece maravilloso. Hay que seguir los propios instintos. Gracias a ellos yo he conseguido que los italianos me quieran, algo que otros Saboya no pudieron lograr».

El Príncipe de Piamonte es de la misma generación que Don Felipe e incluso es amigo de esta nueva hornada de reyes europeos. «Pero no envidio a los monarcas de mi generación. Yo siempre supe que no reinaría. Está bien tener referentes, siempre y cuando sean personas a las que realmente puedes imitar. Uno tiene que saber cuál es su lugar en la vida, y yo sé que soy un ciudadano italiano, como cualquier otro».

No cree que ser una «celebrity» sea más o menos difícil que ser rey. «No tengo una vida difícil. Soy feliz porque todo lo que tengo lo he conseguido solo. Cuando llegué a Italia no era fácil llevar el apellido Saboya. La historia la escriben los ganadores y mi familia quedó en el bando de los perdedores. Pero ahora los italianos entienden que no soy culpable de los errores de mis antepasados».


En 2012 su felicidad se tambaleó cuando le diagnosticaron un tumor maligno en el tabique nasal. «Me lo extirparon y ahora me hago revisiones periódicas. Estoy muy bien. Para mí fue una lección. Los hombres solemos evitar las consultas médicas y al final terminamos metidos en la mierda. Perdón por la expresión, pero es así. A veces nos sentimos invencibles y este tipo de avisos nos traen de vuelta a la realidad».
(ABC)

domingo, 26 de octubre de 2014

Los Capetos, origen de los Borbones y otras casas reales



La dinastía de los «Bourbon» llegó a España de la mano de Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia por parte de padre, y biznieto de Felipe IV de España por parte de madre. Los 45 años del reinado de Felipe V asentaron el poder de la Casa Borbón en España, que ha dado a nuestro país once monarcas hasta la actualidad. No en vano, el origen más remoto de esta dinastía está en el corazón de Europa, vinculado a la más antigua y extendida casa real: los Capetos.
Esta dinastía tiene su origen en el personaje histórico de Hugo Capeto, Rey de los francos y heredero de la poderosa Casa Robertina, linaje que competía por el poder con las grandes familias aristocráticas de Francia ya en los siglos IX y X. En el contexto del intento de los francos de separarse del Imperio carolingio, Hugo Capeto instauró una dinastía continua para estos territorios, que sirvió en los siguientes siglos para vertebrar al incipiente Reino de Francia.

Aunque la rama principal de los Capetos se extinguió en 1328 con la muerte de Carlos IV de Francia (último hijo de Felipe IV «el Hermoso» en ser coronado) sin dejar un heredero varón que lo sustituyera en el trono, las vertientes de esta casa real se disputaron la corona hasta el final de la monarquía francesa. Así, la rama joven descendiente de los Capeto, los Valois, tomó el control del reino hasta 1589. Y cada vez que el último descendiente de la rama moría sin haber dejado heredero al trono, los nobles desempolvaban el casi legendario mapa genealógico de los Capetos para encontrar su descendiente vivo más próximo. Es por esta razón que todos los Reyes de Francia desde Hugo Capeto hasta el último, Luis-Felipe I, pertenecieron a la misma dinastía.
Cuando la rama de los Valois –que disputó la hegemonía de Europa al Imperio español durante todo el siglo XVI– se vio superada por las guerras de religión que desembocaron en el asesinato de Enrique III, el Reino de Francia consideró que la dinastía de los «Bourbon» debía hacerse cargo del trono. Además del temor a que Felipe II de España hiciera valer los lejanos derechos de su hija Isabel Clara Eugenia –de ascendencia Valois–, los apoyos a Enrique IV, hasta entonces solo Rey de Navarra, nacían de la vinculación de esta familia con los Capetos.
A su vez, la rama de «Bourbon» tiene su génesis en Roberto de Clermont, el sexto hijo del Rey Luis IX de Francia, uno de los últimos miembros de la dinastía Capetos. En 1317, el hijo de Clermont, Luis I de Borbón, fue nombrado primer duque de Borbón por sus servicios a la Corona. También consiguió este duque para su familia el cargo honorífico de Gran Camarero de Francia, que desempeñarían los Borbón hasta 1523 y que les permitió estar siempre cercanos a las más altas esferas del poder galo.
Reyes de la Baja Navarra y de Francia
Ante la imposibilidad de mantener lo que hoy se considera la Navarra francesa, Carlos I de España desistió en 1530 del control de esta parte de Navarra, reino que por entonces estaba ya integrado en Castilla. Así, la Baja Navarra quedó bajo el mando de la familia de los Albret, que se vinculó a través de matrimonio con el Duque de Vendôme, Antonio de Borbón. El hijo de este, el futuro Enrique IV de Francia, se hizo cargo de la Corona de la Baja Navarra y, tras la muerte de Enrique III, del Reino de Francia en 1589.

No en vano, Enrique de Borbón había sido señalado como legítimo heredero de Francia incluso por su predecesor Enrique III de Valois, lo cual no evitó que a la muerte de este se desencadenara un nuevo episodio de las intermitentes guerras de religión que azotaron Francia en los siglos XVI y XVII. Enrique IV, de religión protestante, zanjó la guerra con la célebre frase: «París bien vale una misa», al acceder a convertirse al Catolicismo.


Al timón del primer monarca de la Casa Borbón en Francia y de sus descendientes, el reino vecino inició uno de los periodos de mayor expansión en su historia. Cuando Carlos II de España, último miembro de los Austrias españoles, se vio próximo a la muerte fue persuadido para dejar la Corona a Felipe de Anjou, hijo segundo del Delfín de Francia y nieto de Luis XIV, quien podría asegurar la integridad de la «monarquía católica» y de su Imperio con el apoyo de su abuelo. Tras la Guerra de Sucesión, Felipe V instauró la Casa Borbón en España, que ha dado a nuestro país once monarcas hasta la actualidad.
(diario ABC)

lunes, 20 de octubre de 2014

Ducado de Loulé


  
S.A.R. Dom Pedro José Folque de Mendoça Rolim de Moura Barreto de Bragança e Bourbon,  
6º Duque de Loulé, 
7º Marques de Loulé,  
14º Conde de Vale-do-Reis,  
29º Señor de Azambuja,   
17º Señor de Póvoa y  Meadas, 
 y 19º Morgado da Quarteira . 

Nacido en  Quinta de Rana en 1958 , Porto Salvo, está casado con   Doña Margarida Corrêa Vaz Pinto de quien tiene dos hijos,  los Infantes Dom Henrique Nuno e Doña Helena . 

jueves, 16 de octubre de 2014

O.C.S.S.J.




Próximo Cruzamiento e Investidura de de Caballeros y Damas de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén,
 Sábado 18 de octubre en la Iglesia de San Francisco el Grande de Madrid,  11'00 horas.

lunes, 13 de octubre de 2014

Cuerpo de la Nobleza del Principado. Ingreso Real.


         Investido como Caballero Gran Cruz, Su Gracia el Duque de Westminster KG, primo hermano de S.G.M. la Reina de Inglaterra. 
Por orden, y de izqda. a dcha.  Excmo. Sr Frederick  Price y Gray, el Duque de Sevilla, Excmo. Sr. Francisco de Borbón, el nuevo e ilustre miembro, y el Ilmo. Sr. Alfredo Leonard y Lamuño de Cuetos, tesorero de la Institución.

jueves, 9 de octubre de 2014

Armas de Don Francisco Pizarro




Hijo de Don Gonzalo Pizarro, desde muy joven participó en las guerras locales entre señoríos y acompañó a su padre en las guerras de Italia.
En 1502, embarcó en la flota que llevaba a las Indias a Nicolás de Ovando, el nuevo gobernador de La Española. Hombre inquieto y de fuerte carácter, no logró adaptarse a la vida sedentaria del colonizador, razón por la que decidió participar en la expedición de Alonso de Ojeda que exploró América Central (1510) y luego en la de Vasco Núñez de Balboa que descubrió el océano Pacífico (1513).



                         En su pecho la Cruz de Santiago

Hacia 1520 se instaló en la ciudad de Panamá, de la cual fue regidor, encomendero y alcalde, lo que le permitió enriquecerse. Conocedor de los rumores que hablaban de la existencia de grandes riquezas en el Imperio Inca, decidió unir la fortuna que había amasado con la de Diego de Almagro para financiar dos expediciones de conquista (1524-1525 y 1526-1528), que se saldaron con sendos fracasos.
A causa de las penalidades sufridas en el segundo intento, Pizarro se retiró a la isla del Gallo con doce hombres, mientras Almagro iba a Panamá en busca de refuerzos. Los «trece de la fama» aprovecharon para explorar parte de la costa oeste de América del Sur, región que denominaron Perú, tal vez por la proximidad del rio Virú, y tuvieron constancia de la existencia de una gran civilización. No obstante, ante la negativa del gobernador de Panamá a conceder más hombres a Almagro, en 1529 Pizarro viajó a España a fin de exponer sus planes al rey Carlos I, quien, en las capitulaciones de Toledo (26 de julio de 1529), lo nombró gobernador, capitán general y adelantado de las nuevas tierras, designación real esta que provocó el recelo y la frustración de Almagro.
De regreso en Panamá (1530), Pizarro preparó una nueva expedición de conquista, y en enero de 1531 embarcó con un contingente de 180 hombres y 37 caballos hacia Perú. Informado de la guerra que enfrentaba al emperador inca Atahualpa con su hermanastro Huáscar, el 16 de noviembre de 1532 el conquistador español se entrevistó en la ciudad de Cajamarca con Atahualpa y, tras exhortarle sin éxito a que abrazase el cristianismo y se sometiera a la autoridad de Carlos I, lo capturó en un sangriento ataque por sorpresa.

El inca acordó con los extranjeros llenar de oro, plata y piedras preciosas una habitación a cambio de su libertad, pero de nada le sirvió cumplir su parte del pacto, pues Pizarro, reforzado por la llegada de Almagro al frente de un centenar de arcabuceros, acusó a Atahualpa de haber ordenado el asesinato de Huáscar desde la prisión y de preparar una revuelta contra los españoles y ordenó su ejecución, que se cumplió el 29 de agosto de 1533. A continuación se alió con la nobleza inca, lo cual le permitió completar sin apenas resistencia la conquista de Perú, empezando por Cuzco, la capital del Imperio (noviembre de 1533), y nombrar emperador a Manco Cápac II, hermano de Huáscar.

Poco después, Pizarro y Almagro se enemistaron por la posesión de Cuzco, y si bien primero unieron sus fuerzas para sofocar la rebelión indígena dirigida por Manco Cápac contra el dominio español (1536), acabaron por enfrentarse abiertamente en la batalla de las Salinas, en abril de 1538. Derrotado y prisionero, Almagro fue procesado, condenado a muerte y ejecutado por Hernando Pizarro, hermano del conquistador (8 de julio de 1538).
La venganza de los partidarios de Almagro, liderados por su hijo, se produjo el 26 de junio de 1541, fecha en que Pizarro murió asesinado en su palacio de Lima, ciudad que él mismo había fundado a orillas del río Rímac seis años antes.

lunes, 6 de octubre de 2014

El Palacio Real exhibe desde mañana la Corona y el Cetro reales



Patrimonio Nacional amplía desde este martes 7 de octubre la visita pública al Palacio Real de Madrid con la apertura de la Sala de la Corona, que contiene los símbolos más representativos de la Monarquía española, entre ellos, la Corona y el Cetro pertenecientes
a las colecciones reales.
Ninguno de los dos había sido expuestos al público, mostrándose exclusivamente durante actos ceremoniales. Concretamente, se exhibieron en el Hemiciclo del Congreso de los Diputados el pasado 19 de junio, con motivo de la proclamación del Rey Felipe VI. Aquel día estos dos objetos históricos salieron de la cámara acorazada por primera vez en 34 años. No se exponían desde el año 1980 con motivo del traslado a España de los restos mortales de Alfonso XIII para su enterramiento en El Escorial (Madrid).
La nueva sala estaba situada hasta ahora en la denominada Cámara de la Reina María Cristina. La Corona procede del reinado de Carlos III y fue realizada en plata cincelada, repujada y sobredorada. El Cetro data del reinado de Carlos II y está compuesto por cristal de roca, filigrana de plata sobredorada, esmaltes y granates engastados. Tanto la Corona como el Cetro ostentan un importante carácter ceremonial y simbólico, y se utilizaron en la proclamación de S.M. el Rey Felipe VI, según informa Patrimonio Nacional.
En esta sala, también se expone el collar de la Orden del Toisón de Oro, la más alta condecoración que concede la Monarquía española. Realizada en plata sobredorada y oro, fundidos, cincelados y esmaltados, la pieza que se muestra procede del reinado de Isabel II, quien la impuso a la imagen de la Virgen de la Real Basílica de Nuestra Señora de Atocha en 1854.
El sillón original del salón del trono del Palacio Real de Madrid es otra de las piezas incorporadas a la sala. Perteneciente al Rey Carlos III, cuya efigie reproduce en su respaldo, ha servido de modelo para los tronos posteriores.
Asimismo, la Sala de la Corona alberga la denominada Mesa de las Esfinges, de estilo imperio y adquirida por Carlos IV en 1803, es una de las obras maestras de los muebles franceses que custodian las Colecciones Reales. En ella, S.M. el Rey Juan Carlos I sancionó la Ley Orgánica por la que se hacía efectiva su abdicación el pasado 18 de junio, cuyo texto también se exhibe.
Completa la sala, un ejemplar del discurso de la Proclamación de S.M. el Rey Felipe VI, firmado expresamente por él mismo para que se exponga en ella. El Palacio Real de Madrid se encuentra abierto al público todos los días de 10.00 y las 18.00 entre los meses de octubre a marzo y de 10.00 a 20.00 horas entre los meses de abril a septiembre.
La Corona y el Cetro se han utilizado como icono de la Monarquía en las ceremonias de proclamación de los Reyes de España desde el reinado de Isabel II así como en las ceremonias fúnebres de los monarcas.
La Corona Real, de plata sobredorada, data del año 1775 y fue fabricada en Madrid por el platero de cámara de la Real Casa Fernando Velasco desde el 1748. No obstante, en una de las diademas figura también la fecha de 1788, lo que indica que pudo sufrir algún deterioro o ser modificada, según Patrimonio Nacional.
Las grandes dimensiones de la Corona --una altura de 39 centímetros, un diámetro de 40 centímetros y casi un kilogramo de peso-- demuestran que siempre tuvo un carácter ceremonial y simbólico. De hecho, en todas las ceremonias de proclamación se ha utilizado solamente de manera simbólica ya que no hay colocación. La Asociación Española de Tasadores de Alhajas estima su precio de salida a subasta en torno a los 100.000 euros, principalmente por su valor histórico. Sin embargo, su valor económico --determinado por sus materiales-- es mucho menor y rondaría los 6.000 euros.
El Cetro, fabricado a mediados del siglo XVII, mide 68 centímetros de largo y está formado por un bastón con tres cañones de plata sobredorada recubiertos por filigrana vegetal y esmalte de color verde y azulado. Los cañones se juntan por anillos de granates de talla en tabla y tiene un remate de gran bola de cristal de roca tallada a rombos.
Aunque se describe en el inventario tras la muerte de Carlos II, se desconoce su origen y su autor es desconocido. Es más, no aparece en ninguno de los retratos oficiales de los monarcas hasta el siglo XIX.
En concreto, en varios retratos oficiales de Isabel II --ubicados en el Banco de España, en el Museo de Bellas Artes de Sevilla y en el Museo del Romanticismo de Madrid-- la Reina lo sostiene en su mano.
Responde a los modelos de bastones que se utilizan como elementos distintivos de la realeza y de la nobleza en Centroeuropa. Asimismo, coincide con ellos en la longitud de su mango y en el remate esférico.
Europa Press.  Madrid.

domingo, 5 de octubre de 2014

Calatayud

                                               Colegiata del Santo Sepulcro. 

SMOCSJ ROMA


                                                        REUNIÓN DE DELEGADOS
A Roma è stato organizzato un incontro collegiale di tutti i delegati del mondo con le alte cariche istituzionali costantiniane. Venerdì 12 settembre presso il Circolo della Caccia si è tenuto un pranzo di gala. Gli invitati hanno così incontrato il Gran Maestro S.A.R. Carlo di Borbone delle Due Sicilie Duca di Castro con le nuove Grandi Cariche, il Gran Prefetto S.E. don Augusto Ruffo dei Principi di Scilla, S. Em.za Rev.ma il Cardinale Renato Raffaele Martino Gran Priore, S.A.R. la Principessa Beatrice delle Due Sicilie, il Grande Inquisitore S.E. Don Fabrizio Colonna dei Principi di Paliano , in Gran Tesoriere S.E. Notaio Claudio Limontini, presente il Capo del Cerimoniale Cav. Gr. Cr. di Grazia Nobile Avv. Pietro Cutellé.

Durante il pranzo di gala i delegati hanno potuto dialogare tra loro e con le Grandi cariche scambiandosi i loro pareri. Sabato 13 alle ore 10.00 presso la sala convegni ufficiali Pio IX si è svolto lo storico incontro collegiale. Come un corpo unico l’Ordine Costantiniano si è confrontato con le varie tematiche inerenti alla sua attività. Ha aperto i lavori il Gran Maestro che ha subito proposto il tema della “fame del nostro vicino” , centrando l’attualità dei nostri tempi. L’Ordine Costantiniano deve guardare, oltre ai bisognosi in terre lontane, anche chi ci è vicino, chi vive nella porta accanto e che, con questa crisi economica profonda che ci travaglia, non riesce più a fare la spesa, non ha neanche i soldi per curarsi. Il Gran Maestro ha dato la giusta direttiva e ha invitato i delegati a individuare sacche di povertà nelle loro delegazioni per cercare di creare un’assistenza a chi attraversa un periodo di difficoltà. Un po’ quello che la delegazione Sicilia attua con il progetto Nuove Briciole di Salute a Monreale, con la distribuzione a famiglie bisognose a Palermo e in altre zone della Sicilia di latte e pasta. Dopo l’intervento del Gran Maestro il Gran Prefetto Don Augusto Ruffo di Calabria, ha spiegato qual è la nuova strategia da seguire per rendere l’Ordine Costantiniano più moderno e più attivo. Il Gran Prefetto ha suggerito di fare un incontro collegiale ogni anno per fare il punto della situazione affinché i vari delegati possano relazionare tra loro e con le Grandi Cariche e fare così il punto della situazione dell’anno precedente. Per il prossimo aprile il Gran Prefetto ha chiesto a tutti i delegati di organizzare un pellegrinaggio ad Assisi con i cavalieri della loro delegazione. S.A.R. la Principessa Beatrice , Gran Cancelliere, ha tenuto un discorso molto interessante e ha chiesto a tutti i delegati la massima collaborazione. L’intervento è stato accolto da un applauso molto lungo, quasi un’ ovazione. Il Gran Tesoriere ha tracciato i termini dei pagamenti del contributo annuo. I delegati devono far leva sui propri cavalieri e dame affinché tutti versino questo contributo che equivale a circa 50 centesimi giornalieri. Se Tutti i cavalieri pagassero il contributo volontario ogni anno, si potrebbero realizzare tante attività filantropiche. Un altro punto suggerito dalle Grandi Cariche è quello di realizzare un progetto comune per un fine unico che coinvolga tutte le delegazioni del mondo. Questo porterebbe tanto lustro al Sacro Militare Ordine Costantiniano di S. Giorgio. Si sono intervallati interventi di tutti i delegati del mondo e tutti hanno concordato che il nuovo corso porterà benefici all’Ordine Costantiniano. 

L’incontro collegiale è terminato alle 17.30 e dopo essere tornati ai loro alberghi, i delegati si sono ritrovati alle 19.30 in punto a Palazzo Colonna. Ad accogliere il Gran Maestro, le Alte Cariche e i delegati il Principe Prospero Colonna che con grande cortesia ha fatto visitare il palazzo e la splendida e unica grande omonima galleria. Dopo la splendida e indimenticabile visita e aver ammirato i capolavori d’arte esposti, in un salone attigua alla galleria, la Real Famiglia Borbone Due Sicilie ha invitato i delegati a un pranzo di gala. S.A.R. la Principessa Maria Carolina di Borbone delle Due Sicilie Duchessa di Palermo, prima che il pranzo iniziasse, ha comunicato agli ospiti di aver voluto donare al reparto di neonatologia del policlinico di Palermo una lampada di nuovissima generazione per la terapia di rianimazione neonatale. Ha anche consegnato al Cav. di Gr. Cr. di Grazia, Nobile dott. Antonio di Janni, delegato vicario del Sacro Militare Ordine Costantiniano di S. Giorgio per la Sicilia, una targa che sarà consegnata al primario del reparto a imperitura memoria della donazione della giovane Principessa. Il delegato vicario ha consegnato una lettera di ringraziamento del primario del reparto di neonatologia di Palermo prof. Giovanni Corsello. La consegna ufficiale avverrà a Palermo e sarà effettuata personalmente dalla giovane e bella principessina.
La domenica 14 settembre Solennità dell’Esaltazione della Santa Croce, S.Em.za Rev.ma il Signor Cardinale Renato Raffaele Martino ha celebrato un Solenne Pontificale nella Basilica dei Santi XII Apostoli alla presenza delle LL.AA.RR. i principi Carlo e Camilla di Borbone delle Due Sicilie Duchi di Castro, della Real Deputazione dell’Ordine Costantiniano e di tutti i delegati costantiniani. Le letture sono state lette in tutte le lingue dai vari delegati esteri e anche da S.A.R. Maria Chiara di Borbone delle Due Sicilie Duchessa di Capri. La Basilica era gremita da cavalieri costantiniani che sono entrati con una processione solenne.
Ya no me gusta
(SMOCSJ , Delación Sicilia)

sábado, 4 de octubre de 2014

Real Maestranza de Caballería de Zaragoza


    Debemos remontarnos al medievo para encontrar el origen de esta institución nobiliaria zaragozana. En el siglo XII, y tras la conquista de Zaragoza por Alfonso I el Batallador (1118), comienza a surgir una corriente que, influenciada por el espíritu caballeresco medieval que imperaba en Europa, canaliza la creación de cofradías, hermandades o capítulos nobiliarios destinados a defender sus privilegios frente al auge de una nueva burguesía urbana que estaba obteniendo normativas jurídicas y económicas propias. Es por ello que ante el poder cada vez más importante que están alcanzando los jurados de Zaragoza, los nobles se constituyen en el Capitol de Caballeros e Infançones de la Ciudat de Çaragoça. No sabemos exactamente la fecha del origen, pero casi con toda seguridad sería poco tiempo des- pués de la conquista de Zaragoza. El documento más antiguo que se conserva es de 28 de marzo de 1291 y en él se establece un compromiso del Capitol para colaborar con el Concejo y otros gremios en la tranquilidad de la Ciudad, por lo que en ese momento el Capitol de Caballeros está perfectamente estructurado.

    Cofradía Caballeros San Jorge. El Renacimiento. Pero es en el siglo XV cuando comienzan a aparecer noticias más continuadas de este Capitol que nos demuestran, en primer lugar, su permanencia en el tiempo y posteriormente su estructura y organización nobiliaria y caballeresca. En estos momentos forma parte, como uno de los núcleos más importantes, del ejército de Zaragoza, involucrándose directamente en la defensa de los privilegios de la capital del Reino. Igualmente en 1457, y con motivo de la costumbre de celebrar festivamente en la ciudad los acontecimientos reales (vistas, natalicios, bodas…), el Capitol crea la Cofradía de Justadores de San Jorge con la obligación de organizar justas y torneos en la Ciudad y de honrar a su Santo Patrón. Esta cofradía tuvo tanto éxito que llegó a absorber al Capitol del que había surgido y tuvo su sede en el palacio de la Aljafería de Zaragoza. Unas décadas después, y a principios del siglo XVI, como consecuencia de la importancia que había adquirido la cofradía de Justadores, hay una petición del Capitol de Caballeros de la Ciudad solicitando a Fernando el católico que confirmase las ordinaciones por las que se constituían en una Cofradía de Caballeros e Infanzones bajo el Patrocinio del Señor San Jorge. El 24 de mayo de 1505 el monarca aragonés confirmó la constitución de dicha Cofradía que utilizó como enseña la bandera con la efigie de San Jorge y tuvo como sede el hoy desaparecido Palacio de la Diputación del Reino, en el que poseían altar y retablo dedicado al Santo Patrono de Aragón. Esta cofradía estaba integrada por los Caballeros e Infanzones aragoneses y tuvo como primera misión la de honrar a San Jorge, patrón de Aragón y una de las principales señas de identidad del Reino, celebrar torneos y justas en Zaragoza y organizar todos aquellos actos religiosos y asistenciales en su calidad de cofradía. 

    Todo continuó igual hasta 1591 año en el que se producen en Zaragoza los sucesos provocados por la detención y posterior fuga de Antonio Pérez, Secretario del monarca don Felipe II. Zaragoza se levanta en armas ante la presencia de las tropas castellanas y en defensa de sus Fueros. La Cofradía de Caballeros de San Jorge se alinea inmediatamente en el bando aragonés. Esto provocó que del perdón general otorgado por el monarca un año después, excluya deliberadamente a caballeros aragoneses como Diego de Heredia, Martín de Lanuza, Juan de Luna, Tomás Pérez de Rueda o Manuel Donlope entre otros muchos, todos ellos miembros de la Cofradía. A partir de este momento la Cofradía cae en un letargo interrumpido únicamente con el reinado de Carlos II, quien aprueba nuevas ordenanzas y honra a los Caballeros de San Jorge formando parte de su elenco. Con la muerte del último Austria se desencadenó la Guerra de Sucesión y la Cofradía de San Jorge, al igual que casi todo Aragón, optó por el Archiduque Carlos. Tras la victoria del pretendiente Borbón, Don Felipe de Anjou, Felipe V de España, todos los bienes de la Cofradía de Caballeros de San Jorge quedaron secuestrados. No obstante, pese a este mal inicio de las relaciones, los Caballeros de San Jorge demostraron posteriormente su lealtad y patriotismo hacia el monarca y el Estado; y con la restructuración de los ayuntamientos recogida en los nuevos decretos reales, el Concejo de Zaragoza pasó a ser gobernado por 24 regidores: 8 pertenecientes al Brazo de Nobles y 16 al de Caballeros e Infanzones. De esta manera la Cofradía pasó a regir los destinos de la Ciudad de Zaragoza por expreso deseo de Felipe V. 

    Los Sitios Los Sitios de Zaragoza de 1808 y 1809 representan uno de los acontecimientos más importantes de la historia de la Ciudad y la Cofradía de Caballeros de San Jorge no es una excepción. El 24 de mayo de 1808 se sublevó la ciudad de Zaragoza en defensa de la Religión, el Rey y la Patria. Depusieron al Capitán General del Ejército, acusándolo de afrancesado, y proclamaron a José Rebolledo de Palafox Capitán General del Ejército y Reino de Aragón. Palafox, hijo de los marqueses de Lazán y cuyos ascendientes habían pertenecido durante generaciones a la Cofradía de Caballeros de San Jorge, supo canalizar el levantamiento popular y ciudadano y muy pronto utilizó al estamento nobiliar aragonés como clase dirigente en la batalla. Numerosos son los miembros de la Cofradía que participaron en los momentos más duros de los Sitios, pagando algunos de ellos con su propia vida. Muchos son los miembros de la aristocracia que protagonizaron hechos heróicos en defensa de la Ciudad; la Duquesa viuda de Villahermosa, que ausente de Zaragoza regresó de inmediato junto a sus dos hijos, uno de los cuales cayó prisionero de los franceses y el otro moriría en la defensa de la Ciudad, los Marqueses de Ariño, los hermanos de Palafox, la Marquesa viuda de Ayerbe, el Marqués de Tosos, el Marqués de Santa Coloma, el Conde de Sástago, el Barón de la Linde, el Conde de Aranda o la Condesa viuda de Bureta que, además de su labor humanitaria, arengó a la resistencia de los zaragozanos ahorcando en el balcón de su palacio un monigote representando a Napoleón. La relación podría ser mucho más numerosa, pero únicamente resaltar que todos ellos tomaron parte directa en la defensa de la Ciudad y fue tal su participación que el 24 de diciembre de 1808 el Capitán General Palafox organizó el Cuerpo de Caballería de los Almogávares formado por los Caballeros Infanzones del Reino. Tras la huida de los franceses en 1813, los Caballeros de San Jorge restablecieron la actividad de la Cofradía y en 1819 Fernando VII elevó al rango de Maestranza la cofradía aragonesa por su contribución en la defensa de la Ciudad. De esta manera se equiparaba a las otras cuatro Maestranzas existentes en nuestro país: Ronda (creada en 1572), Sevilla (1670), Granada (1686) y Valencia (1690). Terminada la Guerra de Independencia y destruido el Palacio de la Diputación del Reino, donde tenía su sede, utilizaron como tal la iglesia de Santa Isabel de Portugal, el Salón Consistorial, el palacio de la Aduana o el palacio de los Marqueses de Ayerbe, hasta 1835 donde ya fijan definitivamente su sede en el palacio de Donlope, que fue adquirido en propiedad por la Real Maestranza a la familia Jordán de Urries el 24 de junio de 1912. Don Alfonso XIII aprobó, por Real Decreto del 14 de diciembre de 1908, que los miembros de la Maestranza de Zaragoza pudieran utilizar como insignia de su distintivo la cruz de Íñigo Arista, perteneciente al primitivo blasón Real de Aragón. 
    En la actualidad la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza, es una de las instituciones más antiguas de Aragón y como corporación nobiliaria, además de cumplir sus fines estatutarios, ejerce una importante labor de promoción cultural en la ciudad de Zaragoza. (Z.T.)

    San Mauricio




    Foto situada a la entrada de la abadía suiza donde descansan parte de los restos del santo.

    jueves, 2 de octubre de 2014

    Iniciamos la andadura de la mano de una Corporación muy querida. Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias



    El Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias, fundado hace 25 años, tiene mas de doscientos miembros repartidos por España y por varios países del mundo. Entre todos ellos la hidalguía es el denominador común.

    Algunos de los miembros de esta corporación que encabeza el Excmo. Sr. don Francisco de Borbón y Escasany, primo del Rey, portan títulos. 
    Alrededor de una decena lleva en sus blasones la grandeza de España. Es el caso de Pilar Paloma de Casanova-Cárdenas y Barón, duquesa de Maqueda, XIX marquesa de Ayamonte, XIV marquesa de la Villa de San Román, XXV condesa de Cabra, (estos dos títulos por designación autorizada de su tío Fernando Barón y Osorio de Moscoso, XVIII marqués de Ayamonte y XXIV conde de Cabra), condesa de Monteagudo de Mendoza, entre otras distinciones, cuya familia poco tiene que envidiar a la de Alba, o del vizconde de Campogrande, Ángel Ramón Gutiérrez y Álvarez deTejera.

    La definición de hidalgo que da la Real Academia dice: «Persona que por su sangre es de una clase noble y distinguida». Los títulos los otorgan los Reyes, y Asturias es cuna de nobles. Parece que todo se debe al Rey don Pelayo. El primer Rey de Asturias engrandeció a los guerreros que lucharon en la Reconquista y con ellos a sus descendientes. Los linajes se repartieron por el actual Principado y saltaron a Galicia, Cantabria y al resto de la Península.
     Lo requisitos de entrada en la corporación son estrictos. El primer apellido debe tener hidalguía probada. 
    Hasta 1836 solamente los nobles podían acceder a ciertos cargos, colegios mayores y honores. No es tan difícil rastrear los orígenes, siempre que exista algún archivo en el que apoyarse. Uno de los más completos es la Real Chancillería de Valladolid. También el Archivo diocesano de Oviedo.

     Sin ambages Asturias es la tierra más noble de España. Contaba ya en 1773 con un número de hidalgos que superaba el 86% de su población y muchas villas y muchos concejos estaban totalmente poblados por personas del estamento. 
    D. Manuel Ruiz de Bucesta, canciller de la Corporación, sostiene que, "de una manera u otra, todos los integrantes del Cuerpo mantienen algún grado de parentesco". 
    A diferencia de otras zonas, los hijosdalgo asturianos, lejos de ser una clase ociosa estaba compuesta por personas que ejercían casi todas las profesiones. La máxima expresión de la vinculación de Asturias a la Monarquía es el título del Heredero de la Corona, el Principado de Asturias, uno de los tres que existen en España, junto a Viana y Gerona, que también  ostenta S.M. el Rey Felipe VI.