sábado, 4 de octubre de 2014

Real Maestranza de Caballería de Zaragoza


    Debemos remontarnos al medievo para encontrar el origen de esta institución nobiliaria zaragozana. En el siglo XII, y tras la conquista de Zaragoza por Alfonso I el Batallador (1118), comienza a surgir una corriente que, influenciada por el espíritu caballeresco medieval que imperaba en Europa, canaliza la creación de cofradías, hermandades o capítulos nobiliarios destinados a defender sus privilegios frente al auge de una nueva burguesía urbana que estaba obteniendo normativas jurídicas y económicas propias. Es por ello que ante el poder cada vez más importante que están alcanzando los jurados de Zaragoza, los nobles se constituyen en el Capitol de Caballeros e Infançones de la Ciudat de Çaragoça. No sabemos exactamente la fecha del origen, pero casi con toda seguridad sería poco tiempo des- pués de la conquista de Zaragoza. El documento más antiguo que se conserva es de 28 de marzo de 1291 y en él se establece un compromiso del Capitol para colaborar con el Concejo y otros gremios en la tranquilidad de la Ciudad, por lo que en ese momento el Capitol de Caballeros está perfectamente estructurado.

    Cofradía Caballeros San Jorge. El Renacimiento. Pero es en el siglo XV cuando comienzan a aparecer noticias más continuadas de este Capitol que nos demuestran, en primer lugar, su permanencia en el tiempo y posteriormente su estructura y organización nobiliaria y caballeresca. En estos momentos forma parte, como uno de los núcleos más importantes, del ejército de Zaragoza, involucrándose directamente en la defensa de los privilegios de la capital del Reino. Igualmente en 1457, y con motivo de la costumbre de celebrar festivamente en la ciudad los acontecimientos reales (vistas, natalicios, bodas…), el Capitol crea la Cofradía de Justadores de San Jorge con la obligación de organizar justas y torneos en la Ciudad y de honrar a su Santo Patrón. Esta cofradía tuvo tanto éxito que llegó a absorber al Capitol del que había surgido y tuvo su sede en el palacio de la Aljafería de Zaragoza. Unas décadas después, y a principios del siglo XVI, como consecuencia de la importancia que había adquirido la cofradía de Justadores, hay una petición del Capitol de Caballeros de la Ciudad solicitando a Fernando el católico que confirmase las ordinaciones por las que se constituían en una Cofradía de Caballeros e Infanzones bajo el Patrocinio del Señor San Jorge. El 24 de mayo de 1505 el monarca aragonés confirmó la constitución de dicha Cofradía que utilizó como enseña la bandera con la efigie de San Jorge y tuvo como sede el hoy desaparecido Palacio de la Diputación del Reino, en el que poseían altar y retablo dedicado al Santo Patrono de Aragón. Esta cofradía estaba integrada por los Caballeros e Infanzones aragoneses y tuvo como primera misión la de honrar a San Jorge, patrón de Aragón y una de las principales señas de identidad del Reino, celebrar torneos y justas en Zaragoza y organizar todos aquellos actos religiosos y asistenciales en su calidad de cofradía. 

    Todo continuó igual hasta 1591 año en el que se producen en Zaragoza los sucesos provocados por la detención y posterior fuga de Antonio Pérez, Secretario del monarca don Felipe II. Zaragoza se levanta en armas ante la presencia de las tropas castellanas y en defensa de sus Fueros. La Cofradía de Caballeros de San Jorge se alinea inmediatamente en el bando aragonés. Esto provocó que del perdón general otorgado por el monarca un año después, excluya deliberadamente a caballeros aragoneses como Diego de Heredia, Martín de Lanuza, Juan de Luna, Tomás Pérez de Rueda o Manuel Donlope entre otros muchos, todos ellos miembros de la Cofradía. A partir de este momento la Cofradía cae en un letargo interrumpido únicamente con el reinado de Carlos II, quien aprueba nuevas ordenanzas y honra a los Caballeros de San Jorge formando parte de su elenco. Con la muerte del último Austria se desencadenó la Guerra de Sucesión y la Cofradía de San Jorge, al igual que casi todo Aragón, optó por el Archiduque Carlos. Tras la victoria del pretendiente Borbón, Don Felipe de Anjou, Felipe V de España, todos los bienes de la Cofradía de Caballeros de San Jorge quedaron secuestrados. No obstante, pese a este mal inicio de las relaciones, los Caballeros de San Jorge demostraron posteriormente su lealtad y patriotismo hacia el monarca y el Estado; y con la restructuración de los ayuntamientos recogida en los nuevos decretos reales, el Concejo de Zaragoza pasó a ser gobernado por 24 regidores: 8 pertenecientes al Brazo de Nobles y 16 al de Caballeros e Infanzones. De esta manera la Cofradía pasó a regir los destinos de la Ciudad de Zaragoza por expreso deseo de Felipe V. 

    Los Sitios Los Sitios de Zaragoza de 1808 y 1809 representan uno de los acontecimientos más importantes de la historia de la Ciudad y la Cofradía de Caballeros de San Jorge no es una excepción. El 24 de mayo de 1808 se sublevó la ciudad de Zaragoza en defensa de la Religión, el Rey y la Patria. Depusieron al Capitán General del Ejército, acusándolo de afrancesado, y proclamaron a José Rebolledo de Palafox Capitán General del Ejército y Reino de Aragón. Palafox, hijo de los marqueses de Lazán y cuyos ascendientes habían pertenecido durante generaciones a la Cofradía de Caballeros de San Jorge, supo canalizar el levantamiento popular y ciudadano y muy pronto utilizó al estamento nobiliar aragonés como clase dirigente en la batalla. Numerosos son los miembros de la Cofradía que participaron en los momentos más duros de los Sitios, pagando algunos de ellos con su propia vida. Muchos son los miembros de la aristocracia que protagonizaron hechos heróicos en defensa de la Ciudad; la Duquesa viuda de Villahermosa, que ausente de Zaragoza regresó de inmediato junto a sus dos hijos, uno de los cuales cayó prisionero de los franceses y el otro moriría en la defensa de la Ciudad, los Marqueses de Ariño, los hermanos de Palafox, la Marquesa viuda de Ayerbe, el Marqués de Tosos, el Marqués de Santa Coloma, el Conde de Sástago, el Barón de la Linde, el Conde de Aranda o la Condesa viuda de Bureta que, además de su labor humanitaria, arengó a la resistencia de los zaragozanos ahorcando en el balcón de su palacio un monigote representando a Napoleón. La relación podría ser mucho más numerosa, pero únicamente resaltar que todos ellos tomaron parte directa en la defensa de la Ciudad y fue tal su participación que el 24 de diciembre de 1808 el Capitán General Palafox organizó el Cuerpo de Caballería de los Almogávares formado por los Caballeros Infanzones del Reino. Tras la huida de los franceses en 1813, los Caballeros de San Jorge restablecieron la actividad de la Cofradía y en 1819 Fernando VII elevó al rango de Maestranza la cofradía aragonesa por su contribución en la defensa de la Ciudad. De esta manera se equiparaba a las otras cuatro Maestranzas existentes en nuestro país: Ronda (creada en 1572), Sevilla (1670), Granada (1686) y Valencia (1690). Terminada la Guerra de Independencia y destruido el Palacio de la Diputación del Reino, donde tenía su sede, utilizaron como tal la iglesia de Santa Isabel de Portugal, el Salón Consistorial, el palacio de la Aduana o el palacio de los Marqueses de Ayerbe, hasta 1835 donde ya fijan definitivamente su sede en el palacio de Donlope, que fue adquirido en propiedad por la Real Maestranza a la familia Jordán de Urries el 24 de junio de 1912. Don Alfonso XIII aprobó, por Real Decreto del 14 de diciembre de 1908, que los miembros de la Maestranza de Zaragoza pudieran utilizar como insignia de su distintivo la cruz de Íñigo Arista, perteneciente al primitivo blasón Real de Aragón. 
    En la actualidad la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza, es una de las instituciones más antiguas de Aragón y como corporación nobiliaria, además de cumplir sus fines estatutarios, ejerce una importante labor de promoción cultural en la ciudad de Zaragoza. (Z.T.)

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